Andy Cowell y Fernando Alonso, durante la pretemporada de Fórmula 1 2025 en Baréin

Andy Cowell y Fernando Alonso, durante la pretemporada de Fórmula 1 2025 en Baréin Aston Martin

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La extraña decisión de Aston Martin que hace pensar que Alonso y Cowell conocen algo de su coche que aún no se ha visto

La tranquilidad del equipo británico tras los test de Bahréin genera dudas sobre su verdadera estrategia para la temporada que está por comenzar.

Más información: Problemas para Aston Martin: la llegada triunfal de Adrian Newey, opacada por el golpe de Ferrari para retrasar a Cardile

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La pretemporada de Fórmula 1 ha dejado más preguntas que respuestas en torno a Aston Martin.

Durante los test en Baréin, el equipo británico llevó a cabo un programa de pruebas desconcertante, sin buscar tiempos rápidos ni realizar simulaciones de carrera estructuradas.

Sin embargo, la calma mostrada por Fernando Alonso y Andy Cowell sugiere que dentro de la escudería saben algo que el resto del mundo aún no ha visto.

Mientras la mayoría de los equipos aprovecharon las pruebas para exprimir el rendimiento de sus monoplazas, Aston Martin adoptó una estrategia diferente.

Alonso y Lance Stroll completaron solo 304 vueltas en los tres días, cifra que los situó junto a Red Bull en la parte baja de la tabla de kilometraje.

Además, la escudería se vio afectada por problemas con un generador, fallos en sensores y un imprevisto cambio de piloto cuando Stroll no se sintió bien el último día.

A pesar de ello, ni Alonso ni Cowell parecieron preocupados. El bicampeón español restó importancia a las limitaciones del test, afirmando que el AMR25 es simplemente una evolución del modelo del año pasado y que no tenía sentido obsesionarse con los kilómetros.

La actitud serena de los responsables del equipo contrasta con la incertidumbre general sobre el rendimiento real del monoplaza.

El AMR25 presenta cambios significativos en el diseño de los alerones, pobntones, cubierta del motor y suelo, con el objetivo de aumentar la carga aerodinámica y mejorar la estabilidad.

Sin embargo, hasta el momento, los tiempos en pista no reflejan una mejora evidente respecto al modelo anterior.

Dos escenarios posibles

Ante este panorama, se pueden plantear dos hipótesis. La primera es que Aston Martin haya asumido que no podrá luchar en la zona media este 2025 y haya decidido centrar sus esfuerzos en el reglamento de 2026.

Esta posibilidad cobra fuerza si se tiene en cuenta que Fernando Alonso ha insistido en la importancia de mirar a largo plazo, y que Cowell ha sugerido que la inversión en el coche de 2025 solo tiene sentido si se lucha por algo importante en el campeonato.

La otra opción es que la escudería esté ocultando su verdadero potencial. Alonso y Cowell podrían saber que el AMR25 es mucho más competitivo de lo que han mostrado los test.

Es posible que los de Silverstone solo necesiten encontrar la configuración adecuada para desbloquear su rendimiento, pero los parámetros con los que trabajan les muestra que el AMR25 es realmente mejor que su antecesor.

El equipo se ha centrado en experimentar con el reglaje y la altura del suelo, lo que sugiere que están recopilando datos clave antes del primer Gran Premio en Australia.

Si este segundo escenario es el correcto, las casas de apuestas y los analistas podrían estar subestimando el verdadero nivel de Aston Martin.

En 2023, equipos como McLaren y Mercedes lograron grandes mejoras durante la temporada gracias a actualizaciones efectivas.

Es posible que la escudería británica esté siguiendo una estrategia similar, confiando en que un solo ajuste o una pieza clave pueda marcar una diferencia significativa.

Fernando Alonso, Adrian Newey y Lawrence Stroll, en la presentación del ingeniero con Aston Martin

Fernando Alonso, Adrian Newey y Lawrence Stroll, en la presentación del ingeniero con Aston Martin Aston Martin

La influencia de Adrian Newey

Otro factor que podría cambiar el destino de Aston Martin es la llegada de Adrian Newey, el legendario diseñador de Red Bull. Su incorporación oficial a la escudería este 3 de marzo ha generado grandes expectativas.

Aunque su impacto en el AMR25 será limitado en el corto plazo, su experiencia y visión podrían jugar un papel crucial en el desarrollo del coche a lo largo de la temporada y, sobre todo, en la preparación del monoplaza de 2026.

Alonso, por su parte, se ha mostrado prudente al evaluar la situación del equipo. Si bien reconoció que hay áreas de mejora, también dejó claro que el equilibrio de fuerzas en la parrilla aún no está definido.

Unas pocas mejoras bien implementadas podrían cambiar drásticamente la competitividad del coche, como ya se vio en temporadas anteriores con otras escuderías.

Expectativas para Australia

Con el primer Gran Premio de la temporada en Australia a la vuelta de la esquina, la gran incógnita sigue en el aire: ¿a qué juega Aston Martin?

Si su ritmo real es el que mostraron en los test, podrían verse relegados a la parte final de la parrilla. Pero si han estado ocultando su verdadero potencial, podrían ser más competitivos de lo que fueron al inicio de 2024.

Sea cual sea la respuesta, lo cierto es que la tranquilidad de Alonso y Cowell no es común en un equipo que realmente estuviera en problemas. En menos de dos semanas, el misterio comenzará a resolverse en la pista.