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Manual de Instrucciones

M. Rajoy en 'El show de Truman' y Trump en la berrea

El ex presidente comparece en la Comisión del Congreso por el caso de la "policía patriótica" / Otra vez más, Trump descarga amenazas contra el mundo / Arco sirve para distinguir voces de ecos

El ex presidente Mariano Rajoy en el Congreso.
El ex presidente Mariano Rajoy en el Congreso.ALBERTO DI LOLLI
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1. M. RAJOY. Volvió al Congreso para responder en la comisión que investiga la Operación Cataluña, la "policía patriótica", pura mafia (presuntamente) en el Ministerio de Interior donde reinaba Jorge Fernández Díaz. Parece que la cosa existió, pero cuando escuchas a Rajoy parece menos. Se sienta ante el micro a contar su versión y es fiesta. Después de algo más de una hora dando y recibiendo quedó claro que no hay cuentas que pedirle. Rajoy es un hombre singular porque después de sus perlas verbales parece que casi ni fue Presidente cuando entonces. O lo fue por compromiso. Dejó frases para completar su antología galimática. Hasta llegó a preguntarse qué hacía él allí, como si saliese de un coma o de El show de Truman. La trama parapolicial para espiar a políticos independentistas y a Podemos es otro ascopadre. No hay Gobierno limpio. A mí M. Rajoy, supongo, me recuerda (por las risas) al señor Hulot en Mi tío, de Jacques Tati.

2. DONALD TRUMP.La Bestia en Jefe no puede faltar. Durante el discurso que desovó en el Congreso de EEUU dispuso para el mundo varias frases de las suyas, zopencas, pero una acumulaba mejor la carga violenta de quien ha regresado a empeorar la vida de demasiada gente: "Sólo estamos empezando". Todos sabemos lo que quiso decir: he vuelto para poner patas arriba la vida y os voy a dar sustos, uno detrás de otro, y algún día lamentaréis mi existencia. Eso es lo que yo entendí. Imagino que también lo entendieron por ahí Zelenski y los ucranianos, los inmigrantes que en sus condominios serán expulsados masivamente, los países a los que amenaza con aranceles y los ciudadanos que sospechan cómo se les va a encarecer la existencia un poco más. La Bestia es un peligro universal. Pero verás como nos acostumbramos, que es la forma peor de claudicar. En España sufriremos sus zarandeos sísmicos. A ver cómo sale el caballista Abascal, mayordomo de la causa bruta, a decirle a su gente que los van a fundir. A su gente del campo, por ejemplo. Qué película oportuna es La caída del imperio romano, de Anthony Mann.

3. ARCO. Entre las bondades de Arco no sólo está el negocio del arte, sino algo aún más duradero: la oportunidad para miles de personas de acercarse una vez al año al proceloso mundo del arte contemporáneo, con su oro y su mirra. La Feria de Arte Internacional de Madrid, fundada en 1982, es necesaria. Arco invita sobre todo a mirar, a buscar, a intentar entender, a distinguir las voces de los ecos, a descreer de las tiranías críticas, a no resignarse a lo que otros imponen. Arco no es un museo, ni una bienal, ni una academia de arte. Arco es una plaza que llena la gente entrando y saliendo de las galerías, dudando, riendo también descubriendo, con asombro y con sospecha. Alguna vez pensamos que Arco estaba agotado, pero no. Lo que estaba era necesitada de revisión. La directora, Maribel López, la ha puesto en hora. La afinó. Arco, incluso con sus trucos, suena cada vez mejor.