LAPISABIEN

Suplemento musical

Me gusta que todo sea 'Tabernia', pero a 'Tabernia' hay que cuidarla en los ambientes musicales que no son estrictamente salas

Paco de Lucía, el tormento de revolucionar el flamenco

Detalle del Corral de la Morería uno de los tablaos más famosos de Madrid TANIA SIEIRA

Jesús Nieto Jurado

Madrid es ciudad de música y músicos, nuestra Nueva York domesticada, con garitos a mano y ojeadores que están ahí buscando un Louis Armstrong de Usera.

No hay que yo sepa, que lo habrá y no me voy a levantar a ... consultarlo, un coro de góspel, pero quizá sí un cuadro flamenco de los de tronío en el Corral de la Morería, especialmente ahora que Ayuso va a hacer del flamenco un Bien de Interés Cultural (BIC).

Un BIC de los que escriben que Madrid es capital mundial del flamenco, y ya se pueden poner en el barrio de Santiago de Jerez, en Triana, en el Sacromonte o en el Café de Chinitas de Málaga como quieran. Que aquí Paco de Lucía y Camarón se hicieron uña y carne en aquellos momentos de inocencia y billares.

Y se ve en directo al musiquero, y uno toma un fino añoso, o un palo cortado, y un camarero amable viene con la 'dolorosa' en euros, cuando la zapatiesta ha terminado y están los sudores de la bailaora aún brillantes como perlas cayendo en las maderas del tablao por donde, segundos antes, ha pasado el duende, o el Duende, que vamos a ponerlo en mayúsculas.

Lo que nunca se verá, ni se quiere ver, es que en la factura incluyan un suplemento por actuación, que es un impuesto al sol cuando la luna 'flamencona' de Madrid blanquea la ciudad.

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A servidor, hace poco, le apareció en una factura eso del impuesto por actuación en directo, que, siendo artista, debe sonar a plusvalía por tocar el saxo.

Las modernidades estas impositivas quitan la magia: que se cobre una entrada en la consumición, que incluso cobren tenedor y pan, aunque se sea celiaco o el pan este descongelado.

Me gusta que todo sea 'Tabernia', pero a 'Tabernia' hay que cuidarla en los ambientes musicales que no son estrictamente salas.

El Diablo, dicen, reside en los detalles. Y los exorcismos a raíz de estas tontunas, no son tan difíciles de subsanar. Sé lo que me digo y ustedes también. Y eso no se le hace a Carlota ni al Lucero del Alba.

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